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lunes, 27 de junio de 2011

Sic transit gloria mundi


Iba a escupir una nube de términos que ahora mismo están de actualidad pero el empacho de Mainstream me  provoca náuseas. Pagamos un precio muy alto por estar al día, pues requiere de constante dedicación a informarse, un tiempo que malgastamos a diario ya sea en medios de prensa (controlados) por canales públicos, privados, oficiales o clandestinos. Generalmente y por simplicidad recurrimos a lo cercano y conocido, pese que Internet nos brinda la posibilidad de explorar e informarnos a nuestro antojo casi con total libertad y casi sin la censura que caracteriza a los medios de prensa tradicionales.

Contemplo de nuevo la foto de la cara desfigurada de una de las víctimas de brutalidad policial en Egipto (porque guardé la URL de una web sobre noticias internacionales), un inocente que fue masacrado por un par de soldados que lo detuvieron y lo mataron a golpes ante la atenta mirada de varios testigos. Sólo se acordarán sus familiares y allegados. Un verdadero mártir y no los descerebrados que se estallan a diario en Iraq o Afganistán. 

Pero en el fondo da igual, porque así pasa la gloria por el mundo, de forma efímera. Lo que fue noticia ayer hoy no es más que polvo, tinta seca en papel envejecido pudriéndose, un archivo alojado en un servidor que nadie consulta, señales atenuadas hasta desaparecer. No dan igual los muertos de los telediarios, no recordamos ni sus caras, podrían repetirnos imágenes pasadas, como alguna vez ha ocurrido, que ni nos percatamos. Las víctimas de la represión de las revueltas en Egipto ya han caído en el olvido. 

Seguro que ni recordamos el gentilicio. ¿Egiptianos? ¿Egiptienses? ¿Egiptos? Antes de ayer eran egipcios, ayer libios y hoy sirios. Y otros cientos de miles que ni salen en las noticias a menos que sean toreros o actores famosos que se escoñan con el coche. Mañana ya no importará como hoy ya no importa que Rusia se quemara, Haití se muera de hambre o La India y Pakistán se ahogaran. El mundo gira tan deprisa que si uno intenta pararlo será atropellado, o si gira la cabeza para mirar el pasado se perderá lo que sucede en el presente. Cuando lo único que tenemos es el pasado, y todo se lo debemos a él aunque no reconozcamos su mérito o ni tan siquiera lo conozcamos.
“Sed fugit interea, fugit irreparabile tempus, singula dum capti cincumvectamur amore.”
Traducción: “Pero entre tanto huye, huye irreparable el tiempo, mientras nosotros, atrapados por el amor, damos vueltas una y otra vez a las mismas cosas de una en una.”
[Virgilio, Geórgicas (3: 284)]

Y eso que nosotros somos unos privilegiados que vivimos con la comodidad da contemplar la realidad desde nuestra reconfortante butaca del primer mundo, con todo al alcance de nuestra mano. Y no lo aprovechamos como debiéramos. Míseros de nosotros que nos entretenemos mientras sin saberlo se nos va escapando el tiempo como arena entre nuestros dedos mientras nos preocupamos por banalidades como el color de nuestro iPod o del amor del de turno, de si veremos/leeremos o no tal obra o de si nos lo pasamos lo suficientemente bien el fin de semana pasado. Qué triste.

Tempus fugit. Sic transit gloria mundi. O quam cito transit gloria mundi. 

3 comentarios:

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