Páginas

lunes, 19 de octubre de 2009

Meses sabáticos

Sin que sirva de precedente porque no suelo cumplir mis promesas, aunque sí mis amenazas, voy a explicar el motivo de mi ausencia bimestral*: "lo fui dejando, lo fui dejando y...".

Un esguince de tobillo de 2º-3º grado me imposibilitó temporalmente (y aún me impide el deporte) y en lugar de darme a la blogosfera como James Steward a la fotografía en La Ventana Indiscreta, me sumí en un absurdo bucle de jornadas de sueño de más de 10 horas combinadas hábilmente con siestas de no menos de dos y maratones de visionado de series, todo ello sincronizado con el reloj biológico de un neozelandés.

Mi vida pasó del aburrimiento moderado por la carencia de animación al más completo tedio de la insulsa existencia de un minusválido en período de exámenes, lo que sumado al grado de inapetencia académica que alcancé y al carácter huraño y arisco que desarrollé (siempre entendí al Dr. House, estar cojo pone de mala hostia), acabó por convertirme en un renegado del contacto humano. Por eso no actualicé. Porque soy un holgazán sin oficio ni beneficio, un zángano del siglo XXI. Y porque no tenía nada que contar, ni ganas de invertarlo.

Una vez me dijo un amigo:
- Podrías ganar un concurso de vagos.
A lo que yo le respondí, todavía tumbado:
- Para eso tendría que presentarme...


*P.D.: pero no volverá a pasar. Os lo prometo.

1 comentario:

  1. Odio estar cojo. Es frustrante de cojones!

    Fmdo: Proveedor de muletas de paranoicos

    ResponderEliminar

Deja tu comentario. GGGGggrrrghh...zoú!