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domingo, 14 de septiembre de 2008

El Hadrón piensa que todos son de su condición

El Gran Colisionador de Hadrones (LHC en inglés, como La Hora Chanante o la Liga de Hermafroditas Colpofóbicos) fue puesto en marcha el pasado 10 de septiembre y contra todo pronóstico -de algunos agoreros-, aún seguimos aquí y no nos hemos ido a criar malvas, o lo que hubiera sido peor, a alguna indeterminación espacio-temporal suspendidos en la nada más absoluta tras haber sido engullidos por un agujero negro, lo que hubiera resultado infinitamente más aburrido que perecer formando parte de una gigantesca bola de materia extraña e inerte de neutrones, opción que también se baraja.

Mas no cantéis victoria aún, pues el CERN tiene previstos cuatro (four) grandes experimentos para realizar en el LHC, que se llevarán a cabo a lo largo de los próximos 4-5 años. Ya hubiera sido mala suerte irse a tomar por saco el primer día, ¿no? Mejor esperar un poco, y cuando la atención decaiga y nadie se lo espere, ¡ZAS! En toda la boca.

Aún así es de agradecer que hayan tenido la amabilidad de retrasar su puesta en funcionamiento del 8 de agosto al 10 de septiembre, ya que por lo menos hemos podido disfrutar de la gran estafa que han sido las olimpiadas de Pekín (sí, sí, Pekín, el nombre en cristiano) 2008. Dios como me revientan las personas que dicen Beijing. Pero cojones, ¿tú dices London o Londres? ¿Tú dices Kobenhavn o Copenague? Entonces, ¿a santo de qué llamas a la ciudad Beijing? Desde luego a ver si nos lleva un agujero negro como el sobaco de Usain Bolt a todos, porque menudo asco de atajo de monos de repetición mansos y geranios mentales sin criterio ninguno estáis hechos.

Si por albur del destino acabamos yéndonos al garete por la vía rápida y nos autoaniquilamos, seremos sin duda algunas los máximos merecedores de los Premios Darwin hasta la eternidad, aunque sería irónico porque no quedaría nadie para formar el jurado que nos proclamaría ganadores de los premios ni para entregar el galardón, pues estaríamos todos concentrados (pensando) y condensados en una mierdecilla del tamaño de una moneda de 3€, o 3cm. Y aunque el tamaño no importa, íbamos a acabar a hostias recalificando el terreno.

Y vosotros diréis:

1- "Buff, menuda chorrada, es imposible que pueda ocurrir algo así":
Los señores físicos opinan que es improbable, no imposible. Pero como todo el mundo sabe los físicos están de la puta olla y ni ellos mismos saben a ciencia cierta que puede desencadenar el LHC. Paso a reproduciros el diálogo entre dos físicos que dio pie a la idea de construir un mega acelerador de partículas:

[...]
- Alfred, que se me está ocurriendo a mí una idea... ¿y si construimos un cacho anillo del copón para acelerar partículas a toda hostia y chocarlas a ver que pasa? Igual descubrimos el sentido de la vida, la receta de Coca Cola, o mejor, algo relacionado con el Big Bang y Dios, y de paso jodemos un rato a los creacionistas y a los cristianos radicales, que seguro que se pican.
- Jum, interesante Paul, pero podría írsenos de las manos y mandar todo a tomar por culo, ¿no?
- Hombre, no jodas, ya sería mala suerte.
- Tienes razón. Yo creo que voy a pedir una de chopitos y otra de ensaladilla.
[...]

2- "El LHC es segurísimo, y estamos convencidos de que no han reparado en gastos para la seguridad. Si se han gastado chorropocientos miles de millones de euros, por unos cuantos más seguro que no ha habido problema".
La primera en la frente. Unos hackers griegos han burlado la seguridad del LHC. Afortunadamente, estos señores sólo pretendían alertar de los fallos de seguridad y no armar la marimorena, porque según algunos científicos podían haber accedido al control de los aparatejos que regulan y controlan el acelerador de partículas y haberla liado parda, pardísima y negruzca.

3- "Esto es una locura, ¡vamos a morir todos!":
Efectivamente. Algún día. Pero la probabilidad de que lo hagamos todos un mismo día sólo es del 50%: o morimos todos el mismo día o no. Eso sí, no adelantéis acontecimientos y os suicidéis como la chica india de 17 años que no pudo con la presión de una posible hecatombe provocada por el LHC. Pobre imbécil. Seguro que se reencarna en piedra, por gilipollas. Si el pánico os domina, meteos a una secta o algo así, la sociedad no se pierde nada con vuestra ausencia. Además, igual acabamos viajando en el tiempo (quién sabe) y conseguís evitar que vuestro padre infecté a vuestra madre con su esperma, condenándoos así a la inexistencia súbita.

La Tierra tras unas pequeñas reformas

Sinceramente, no estoy preocupado, porque sé de buena tinta que en el CERN cuenta con un Gordon Freeman que nos sacará las castañas del fuego cuando llegue el momento y la líen los señores científicos.

El Gordon Freeman del CERN

Aún así espero que no tengamos que recurrir a él, pues seguro que el hombre del maletín anda cerca...

3 comentarios:

  1. No sé qué esputar... me ha encantado y aún estoy riéndome :)
    Un abrazo!!

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  2. Como dirían los americanos....
    ROFL!!!!!!!!!!!!
    (Rolling on floor laughing)

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  3. Gracias por tu artículo tan didáctico... me lo paso pipa, nene!!
    Un esputo pa ti.

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