Podría hablar contigo y permanecer así para siempre, sin importarme nada del entorno, ni mis compromisos, ni mis caprichos, ni mis necesidades; sin más sed que la de tus palabras, sin más hambre que el de tus miradas. Solos, tú y yo, sentados uno frente al otro, charlando de todo y de nada a la vez, de lo divino y de lo humano, del sentido de la vida, de temas profundos y de lo más trivial que se nos ocurra. Y prolongar la conversación durante horas y horas, toda la eternidad, más allá del tiempo.
miércoles, 2 de mayo de 2007
Nada más que palabras
Podría hablar contigo y permanecer así para siempre, sin importarme nada del entorno, ni mis compromisos, ni mis caprichos, ni mis necesidades; sin más sed que la de tus palabras, sin más hambre que el de tus miradas. Solos, tú y yo, sentados uno frente al otro, charlando de todo y de nada a la vez, de lo divino y de lo humano, del sentido de la vida, de temas profundos y de lo más trivial que se nos ocurra. Y prolongar la conversación durante horas y horas, toda la eternidad, más allá del tiempo.
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Jamás creí que vería esto...
ResponderEliminarPero me alegro.
precioso!!!!( y lo secundo miki, jiji)
ResponderEliminar¿Jaime?¿Hola?¿Eres tú?
ResponderEliminarMuy bonito, si señor. Yo sabía que dentro del Jaime que todos conocemos habia un chico sensible.
Un abrazo
Steward
Lo mejor, el final.
ResponderEliminarExplicito.
y no digo nada mas pk sino podria ser acusada de copia por los 3 esputos anteriores:P