Por si alguno no se hubiera enterado, demostrando una encomiable capacidad de aislamiento y desinformación pues los medios han sido secuestrados, el Mundial de Sudáfrica 2010 ya ha comenzado y llevamos casi 6 días de fútbol, o de algo muy parecido porque aunque estén siempre 11 contra 11 persiguiendo una pelotita aquí no juega ni Dios. Servidor ha tenido el privilegio (y la osadía) de poder ver casi todos los partidos aún estando de exámenes, pues 4-6 horas al día dedicadas a perder el tiempo delante de la caja tonta o en su defecto del monitor del ordenador si uno choricea la señal de algún canal que lo retransmita en streaming no suponen ningún esfuerzo para un vago semiprofesional.
En este Mundial, y por desgracia, el fútbol ha tomado el relevo del ciclismo como narcoléptico televisivo inductor de siestas de después de comer. Los partidos son tan aburridos que incluso he llegado a dejar de ver alguno para ponerme a estudiar, algo más inaudito que la fusión fría. Todas las selecciones exceptuando Alemania han mostrado un juego paupérrimo y poco vistoso, para desgracia de aquellos que confiaban en evadirse con el fúmbol para olvidar y/o curar las penas provocadas por la situación actual de crisis o simplemente porque su Vane se haya ido con el Jonathan.
El jogo bonito, incluso de Brasil, pasó a la historia y ahora se lleva un catenaccio que ríase usted de la defensa de Numancia. Y es que si no fuera porque los porteros están dando un recital de arias a capella cantando más que los 3 tenores no habría ni un gol. El entretenimiento se ha mudado a los telediarios que emiten noticias constantes de robos a aficionados, periodistas, futbolistas... lo cual no es de extrañar y seguro que los altos dignatarios de la FIFA, organismo caracterizado por mear fuera de tiesto muy a menudo, que tuvieron la brillante idea de designar a Sudáfrica como sede andan desternillándose y descojonándose con su decisión desde sus hoteles de 5 estrellas gran lujo.
En este Mundial, y por desgracia, el fútbol ha tomado el relevo del ciclismo como narcoléptico televisivo inductor de siestas de después de comer. Los partidos son tan aburridos que incluso he llegado a dejar de ver alguno para ponerme a estudiar, algo más inaudito que la fusión fría. Todas las selecciones exceptuando Alemania han mostrado un juego paupérrimo y poco vistoso, para desgracia de aquellos que confiaban en evadirse con el fúmbol para olvidar y/o curar las penas provocadas por la situación actual de crisis o simplemente porque su Vane se haya ido con el Jonathan.
El jogo bonito, incluso de Brasil, pasó a la historia y ahora se lleva un catenaccio que ríase usted de la defensa de Numancia. Y es que si no fuera porque los porteros están dando un recital de arias a capella cantando más que los 3 tenores no habría ni un gol. El entretenimiento se ha mudado a los telediarios que emiten noticias constantes de robos a aficionados, periodistas, futbolistas... lo cual no es de extrañar y seguro que los altos dignatarios de la FIFA, organismo caracterizado por mear fuera de tiesto muy a menudo, que tuvieron la brillante idea de designar a Sudáfrica como sede andan desternillándose y descojonándose con su decisión desde sus hoteles de 5 estrellas gran lujo.
Menos mal que aún queda la selección Española (La Roja, aunque a mí eso me suena a Pasionaria) por debutar, y esperemos que sean fieles a su afición y no se escoñen hasta cuartos. A mí por lo menos me van a brindar la excusa perfecta para repantingarme en el sofá 2 horas los próximos días 16, 21 y 25, y al resto de la plebe nacional la oportunidad de alelamiento y alienamiento ideal para olvidarse de la realidad.
Para acabar, un pequeño Glosario Urbano con términos necesarios para que aquellos objetores de conSciencia que hasta ahora han sudado del Mundial, porque está de moda pasar del fútbol y hacerse el intelectual y hasta Navidad aún queda mucho tiempo, puedan entender toda la marea de información que vierten los medios sobre este acontecimiento internacional que está engordándome la convocatoria de Septiembre cosa mala.
Para acabar, un pequeño Glosario Urbano con términos necesarios para que aquellos objetores de conSciencia que hasta ahora han sudado del Mundial, porque está de moda pasar del fútbol y hacerse el intelectual y hasta Navidad aún queda mucho tiempo, puedan entender toda la marea de información que vierten los medios sobre este acontecimiento internacional que está engordándome la convocatoria de Septiembre cosa mala.
- Bafana Bafana: los jugadores de la selección anfitriona (de Sudáfrica, no de Anfitria) que son más malos que enviar a la abuela a por droga, y que en zulú significa "los chicos" y en KuKluxKlaniano "negros que corren detrás de los leones".
- Jabulani: patata esférica usada a modo de balón en este mundial que está propiciando que no haya un solo tiro lejanos que acabe en gol y que los porteros no sólo canten cuando escuchan su himno nacional.
- Vuvuzela: infernal trompeta rompetímpanos de ruido insoportable que los espectadores sudafricanos se empeñar en tocar con ahínco para joder la marrana, los partidos y las retransmisiones.
Fuente: Sport.es