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domingo, 12 de julio de 2009

Que alguien corte la línea.

Hola.

- Hola. ¿Quién eres?
Tu eco mental.

- ¿Eco mental?

Sí, básicamente soy el residuo de los fragmentos repetidos de pensamientos tuyos que se han ido desvaneciendo.

- Pues no deberías llevar la iniciativa en la comunicación.

No lo hago. De eso te encargas tú, pero de forma inconsciente.

- ¿Estoy dialogando conmigo mismo?

Sí… pero no.

- Pero si soy emisor y receptor del mensaje. ¿Quizás se trata de un monólogo interior multiplexado?

Frío.

- Debe tratarse, pues, de trastorno bipolar de personalidad. Me cago en su puta madre. Al final iban a tener razón los de Antena3, y tanto videojuego…

No exactamente. No se trata de eso.

- ¿Y por qué me cuentas todo esto? Es más, ¿Cuál es el motivo por el que te has dado a conocerme? O me has dado a conocerte, o me has dado a conocerme. Lo que sea.

Solamente quería saludar y decir “Hey, estoy aquí”.

- Pues gracias por joderme la existencia. Ahora no sé qué cojones pensar.

No te quejes, que podría haber sido peor. Imagínate que te hubiera dicho que soy Dios, el Demonio o el espíritu del General Custer, y que te hubiera ordenado iniciar una limpieza étnica de budistas zurdos. Habrías quedado como un puto colgao.

- Me da que el resto de las personas del supermercado van a pensar eso de mí de todas formas. Además, no te habría creído. Soy muy escéptico. Y menos te hubiera obedecido. Soy un déspota rebelde.

Hey, no te apuntes el tanto, que cierto mérito es mío. Cada vez que te piensas algo dos veces, allí estoy yo recogiendo el testigo. Por cierto, podrías fingir que estás hablando por el manos libres del teléfono. Tócate la oreja con una mano y sácate el móvil del bolsillo con la otra y haz el paripé. La gente es imbécil de por sí y pican seguro.

- Es lo que había pensado hacer para disimular.

Bingo. Por eso lo sé yo y te lo he comentado.

- Bueno, voy a escenificarlo a ver si así se dejan de pensar que estoy hablando solo.

Y es que no estás hablando sólo. ¡Estás hablando conmigo!

- Y dale. Oye, te tengo que dejar que con esta postura parezco gilipollas y al final van a descubrir el pastel. Y tengo prisa que he dejado el coche en doble fila con los warning.

Como en los carteles de “Se Busca” del Salvaje Oeste.

- Eso era “Wanted”. Subnormal...

Rebota, rebota, y en tu culo explota. Jaja. Ya sabes, aquí me tienes para lo que sea.

- Vale. Ya te llamaré, copia retrasada de mi subconsciente.

¡¡Espera!! ¡¡Que no te he dado mi númer…


CLICK. pi pi pi pi…


- Ni falta que hace...

- ¿Cómo dice?
- Nada, nada. Que 200 gramos. De ese. Camembert. Ese de ahí. No, ese no. El otro. El de la izquierda.

¿Nunca has pensado si los letreros con los nombres de los alimentos de los expositores de cristal están escritos por ambos lados para que puedan leerlos los tenderos? Igual sí, pero les encanta hacerse los longuis para que tengas que señalarles lo que quieres con el dedo y dejar tus huellas dactilares en el cristal... jaja. Es curioso...

2 comentarios:

  1. Muchos posts últimamente en la categoría de idas de olla, no?

    Mi palabra de verificacion era refsdabi, por si alguien estaba interesado...

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  2. Mi palabra de verificación: susta!

    Gandhi, si los que tenéis algo que contar ya no posteáis, los que no tenemos nada que decir tendremos que inventarnos algo para actualizar!

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Deja tu comentario. GGGGggrrrghh...zoú!