A mí las nocheviejas me entristecen, pues me abren los ojos ante la inevitabilidad y fugacidad del paso del tiempo y me traen a la memoria recuerdos pasados, de todo aquello que hice y de lo que no pero pude pero debí. Mientras todo el mundo entra en extasis de cariño y jolgorio después de sonar la última campanada, yo comienzo a tomarme las uvas sentado entre baños de abrazos, besos y buenos deseos. Y sin propósitos de año nuevo, por supuesto, que soy vago hasta para esto.
Eso sí, pasado el trance me despierto de nuevo y celebro por todo lo alto que la vida puede ser maravillosa agarrándome un chuzo como cualquier noche del año, con la misma gente pero trajeados y pagando el triple. Yo también soy una marioneta y me dejo llevar por las convenciones sociales como cualquier hijo de vecino del primer mundo, privilegiados que somos.
A todos mis lectores, los poquitos que sois, os deseo lo mejor para este 2010 que empieza. Que entréis a cuatro patas y potando en este nuevo año, y que se cumplan todos vuestros deseos y propósitos.
Brindo por vosotros: los 4 seguidores que tengo (Carlos, Jude, Rafael Homar y mister_klasico (he descubierto un montón de webs gracias a que las sigues)); Gandhi 2.0, mi Club de Fans de la Macarena, el iSraelita tecnológico, la Rosa galego-germánica, el desaparecido Detractor, Dakko, la revista De Gozel, Kermit y a todos los anónimos o lectores de paso que os animáis a dejar un comentario. Gracias a vosotros este año he matado menos gatitos.
Y ahora, ¡a ponerse hasta el culo de langostinos, foie y uvas! ¡Viva el hedonismo y el consumismo exacerbados! ¡La vida son 2 días y mejor pasarnos uno borrachos y empachados, así que.. desfasemos como este brasileño rumbeiro!